Iglesia de Santa María de Bendones

Reseña histórico-artística

La iglesia de Santa María de Bendones, hasta la fecha, no se había datado cronológicamente con precisión. Por su semejanza estilística con Santullano, ha sido considerada por la historiografía como "fundación" de Alfonso II; a este respecto, las numerosas semejanzas -tanto de orden constructivo, como ornamental- existentes entre los edificios del ciclo asturiano, nos permitirían solamente adscribir su construcción y decoración al s. IX, sin mayor precisión.

Evolución histórico-constructiva de Santa María de Bendones. Evolución histórico-constructiva de Santa María de Bendones.

Aparece citada en el "testamentum" de Alfonso III a San Salvador del año 905: " …Iuxta Ouetum uillam Uendones cum ecclesia Sancte Marie…”; el hecho de que se la denomine "villa", puede significar su adscripción a una explotación agraria con estatuto jurídico de monasterio, lo que explicaría la configuración material del edificio como iglesia "cerrada", con destino a un colectivo de individuos dotados todos ellos de ordenación religiosa, lo que motivaría la ausencia de compartimentación en varias naves, al no contemplarse la asistencia de fieles laicos a las ceremonias religiosas.

A mediados del pasado s. XX se encontraba muy desfigurada por las sucesivas reformas, y arruinada tras haber sido incendiada en la Guerra Civil. Su redescubrimiento corresponde a D. Joaquín Manzanares Rodríguez-Mir, en el año de 1954. Posteriormente, a partir de 1958, fue objeto de una controvertida reconstrucción por parte de D. Luis Menéndez Pidal Álvarez, que, si bien resulta más que discutible, tampoco ha producido daños irreversibles a lo conservado del monumento altomedieval.

Presenta la característica única, dentro de la arquitectura altomedieval asturiana, de la presencia de un presunto campanile (o campanario, en caso de haber sido bien interpretados los restos existentes antes de la controvertida reconstrucción del arquitecto Menéndez Pidal), reconstruido a partir de dos paños de muro en ángulo, aparentemente exentos, ubicados al SO del pórtico tripartito del edificio; de planta rectangular ( unos 3 x 4 m), ha sido reconstruido dejándolo inconcluso, con un alzado, aproximadamente, equivalente al triple de sus lados.

En cuanto a la ornamentación original conservada, esta se reduce a la triple arquería -sobre dos columnas exentas y dos semicolumnas entregas de basas toscanas y curiosos capiteles tallados en forma de sucesivos troncos de cilindro retranqueados y collarino sogueado-, de la habitual estancia supraabsidal, enmarcada, como en San Tirso, por un alfiz moldurado.

En el interior, dos pilastras provistas de basas y capiteles-imposta intercambiables, ornamentan el acceso a la capilla mayor, que estuvo protegido además por canceles, conservándose restos de las barroteras, que presentan, en su frente y costado, decoración a base de diversos motivos vegetales. Además, toda la iglesia estuvo revocada, interior y exteriormente, conservándose en el interior diversos motivos, vegetales y geométricos, semejantes a los de Santullano.

Por otra parte, es de destacar la compartimentación tripartita del pórtico, estrictamente original, y que adquiere especial relevancia por el hallazgo en la iglesia de una pila bautismal, lo que sugiere la probabilidad de que la habitación sur del mismo se utilizara como baptisterio, mientras que, en la norte, serían recibidos los neófitos con anterioridad a la administración del Sacramento.

Planta de la iglesia de Santa María de Bendones según D. Joaquín Manzanares Rodríguez (1958). Interpretación gráfica por Francisco José Borge Cordovilla (2015).